¿Sabías que hoy en día es posible la impresión 3D de armas de fuego?

Así es, como si fuera parte de una película de ciencia ficción en donde la impresión 3D de armas es posible. En esta realidad, una marca de impresoras 3D Europea toma las riendas en el asunto y lanza una ingeniosa campaña.

Un poco de contexto. Por el año 2013, Cody Willson junto con la empresa ligada “Defense Distributed” liberaron en Internet blueprints, o plantillas para impresión de las partes de diversas armas de fuego. Con estas plantillas cualquier persona con una impresora 3D puede fabricar armas funcionales e ilegales.

Uno de los puntos más peligrosos de la impresión 3D de armas es que el material del cual son elaboradas es plástico, por lo tanto serían imperceptibles en los detectores de metal en aeropuertos. Así de simple, armas fáciles de conseguir, hechas en casa, y transportables por todo el mundo sin papeleo alguno. Estas han sido descargadas alrededor de 20.000 veces. 

Con la proliferación de las impresoras 3D, el problema se considera cada vez más complejo. Después de todo, cuando algo es compartido en el Internet es imposible eliminarlo, es como un virus imposible de matar.

Dagoma, una marca de impresoras 3D toma las riendas.

Esta marca Europea de impresoras 3D, se considera responsable, ya que con su producto armas mortales podrían ser producidas en cualquier lugar del mundo. Es por eso que decide lanzar una campaña llamada “Harmless guns” o “Armas inofensivas” que afrenta la problemática. Por medio de un spot explican la estrategia que implementan para detener en cierta medida la impresión 3D de armas.

Agencia:  TBWA\PARIS, Francia

Su estrategia fue descargar las piezas ya disponibles en Internet y hacerlas inutilizables. Transformando sus tamaños, cambiando pequeñas partes, y haciendo todo esto imperceptible para el ojo humano. Luego creando cuentas falsas subieron estas blueprints a los mismos lugares en donde encontraron las originales, mezclando las partes funcionales con las inoperables.

De esta manera todas las armas que se traten de ensamblar con estas piezas solo serían una pérdida de tiempo y de material.

En una entrevista de Campaing al director de arte de esta campaña, François Claux dijo “ Para luchar contra la expansión de estas armas, sabíamos que necesitábamos llegar a la raíz del problema. Estos archivos se están esparciendo por todos lados y son muy fáciles de descargar; ni siquiera tienes que entrar a la dark web.”

Además menciona que “tomaría alrededor de una semana el ver si el arma funciona o no después de imprimirla en 3D. Esa es la única forma en la que te darás cuenta que, en realidad, no puedes armarla”.

Hasta el momento los archivos alterados han sido descargados alrededor de 13.000 veces. 

La compañía Europea también está generando un software para detectar la impresión 3D de armas y así prevenir su manufacturación.

Aquellos que vivimos y trabajamos conectados a las redes conocemos el poder que estas tienen. El Internet se ha transformado en el lugar donde todo es posible y la seguridad digital es algo que genera cada vez más preocupación. Ahora extendiendo la amenaza de proteger nuestra información personal al extremo de la creación y tráfico de armas mortales.

¿Habías escuchado sobre estas armas de impresión 3D? ¿Qué te parece esta campaña?

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