Providencia, 19 horas. Salgo del trabajo y me cruzo con al menos seis ciclistas y motociclistas que llevan mochilas contenedoras. Puedo ver los logos impresos de apps de comida a domicilio: UberEats, Glovo, Pedidos Ya y Rappi inundan las calles para llevar esos pedidos que no quieren cocinar por falta de tiempo o ganas.

La tendencia es clara: a los chilenos nos encantan estas apps de comida a domicilio. Aquí las cifras más reveladoras:

• Según un estudio de Adimark del 2016, el 44% de los santiaguinos pide comida a domicilio habitualmente.
• Al 2018, la app UbertEats cuenta con más de 1.000 restaurantes asociados y está presente en 15 comunas de la Región Metropolitana, en Viña del Mar y Concepción.
• Glovo, por su parte dice tener más de 1.000 repartidores y más de 150.000 usuarios activos en las mismas regiones que UberEats.
• Chile es el líder en Latinoamérica en pedidos de sushi.
• La mayoría de los pedidos online son realizados por mujeres entre 25-40 años, según un estudio de Pedidos ya.

¿Cada cuánto ocupas estos servicios?

En lo personal, usualmente utilizo Rappi o UberEats, cuando la distancia es mucha, o cuando el trabajo no me deja tiempo para cocinar. Pero conozco casos extremos en donde mis compañeros de trabajo y conocidos hacen sus pedidos en locales que quedan literalmente cruzando la calle. ¿Están estas aplicaciones fomentando la pereza en los usuarios?

Sin duda alguna estos servicios han llegado ha salvarnos de los contratiempos, de no querer perder nuestro tiempo entre ir al supermercado, cocinar, comer y lavar la loza, como también nos apoyan cuando queremos un domingo en pijama y con full descanso viendo Netflix.

Es momento de confesar: ¿cuántos pedidos realizas a la semana o al mes? ¿Eres de los que piden aún viviendo frente del minimarket? ¡Cuéntanos!