Zara y la Inteligencia Artifical en la moda | Agencia Digital
Zara y la IA en la moda: cuando la tecnología replica a modelos reales

Tendencias / Diciembre 22, 2025

Zara y la IA en la moda: cuando la tecnología replica a modelos reales

Zara comenzó a utilizar inteligencia artificial para generar imágenes de moda a partir de modelos reales con los que ya ha trabajado. No se trata de “modelos virtuales” creados desde cero ni de eliminar personas del proceso, sino de una estrategia distinta: replicar digitalmente a modelos existentes, pagarles como si se tratara de una sesión tradicional y usar IA para acelerar la producción visual.

La decisión marca un punto de inflexión en la industria de la moda. No solo por el uso de IA generativa, sino por cómo se redefine el trabajo creativo, los derechos de imagen y los tiempos de producción en un sector históricamente intensivo en recursos.

Cómo funciona el modelo de Zara

El sistema que está utilizando Zara parte de sesiones fotográficas reales. A partir de esas imágenes, la marca genera versiones digitales del modelo para vestirlo con distintas prendas, poses o combinaciones, sin necesidad de repetir una producción completa.

La clave está en que los modelos son personas reales y reconocibles, y la empresa mantiene el pago como si se tratara de una sesión convencional. La IA no reemplaza al modelo, sino que amplía el uso de su imagen en un entorno digital controlado.

En la práctica, esto permite crear múltiples imágenes a partir de una sola sesión, reducir tiempos de respuesta y adaptar el contenido visual a distintos mercados sin organizar nuevas producciones físicas.

Esta lógica de eficiencia y adaptación rápida también se observa en otros formatos digitales que combinan tecnología y conversión, como el live stream shopping, donde la velocidad y la escalabilidad son claves.

Velocidad, escala y control creativo

La industria de la moda vive bajo presión constante: colecciones más rápidas, más lanzamientos y una demanda creciente de contenido visual para los e-commerce, redes sociales y campañas locales.

El uso de IA le permite a Zara responder a ese ritmo sin depender exclusivamente de estudios, traslados, equipos completos y sesiones repetidas. La fotografía deja de ser un cuello de botella y pasa a integrarse a un flujo más flexible.

Desde el punto de vista operativo, la ganancia es clara: menos tiempo, más variantes, mayor coherencia visual. Desde el punto de vista creativo, la pregunta es hasta dónde se estandariza la estética cuando la generación de imágenes se vuelve tan eficiente.

Este dilema se vuelve especialmente relevante en contextos de alta exigencia comercial, como eventos masivos de venta, donde la velocidad suele imponerse sobre la experimentación, tal como analizamos en Black Friday 2025 y las estrategias de marca.

¿Qué cambia para los modelos?

Uno de los aspectos más relevantes del caso Zara es que no elimina a los modelos humanos. Al contrario, refuerza la necesidad de acuerdos claros sobre uso de imagen, derechos y compensación.

El hecho de que la marca pague a los modelos como si se tratara de una sesión tradicional busca evitar uno de los principales temores asociados a la IA: la sustitución directa de personas sin retribución.

Aun así, el debate está abierto. Si una sola sesión permite generar decenas de imágenes, ¿cómo se redefine el valor del trabajo del modelo? ¿Se paga por sesión, por uso, por duración del contrato? Son preguntas que probablemente se vuelvan comunes en los próximos años.

Derechos de imagen y propiedad en la era de la IA

El uso de inteligencia artificial en moda pone sobre la mesa un tema sensible: la propiedad de la imagen. Replicar digitalmente a una persona implica acuerdos explícitos sobre qué se puede generar, por cuánto tiempo y con qué fines.

En este escenario, las grandes marcas tienen más capacidad legal y contractual para ordenar estos procesos. Para actores más pequeños o freelancers, el riesgo de usos no autorizados es mayor.

El caso Zara funciona como ejemplo de una implementación más cuidadosa, pero también evidencia la necesidad de marcos claros que acompañen el avance tecnológico.

Este énfasis en la confianza y la legitimidad del uso de imagen conecta con un fenómeno más amplio: las comunidades digitales que hoy evalúan, cuestionan y validan decisiones de marca, como ocurre en las comunidades de Reddit que mueven decisiones.

Un reflejo de una tendencia más amplia

La estrategia de Zara no ocurre en el vacío. Forma parte de una adopción gradual de IA en industrias creativas que buscan eficiencia sin romper completamente con el factor humano.

En lugar de crear mundos totalmente sintéticos, muchas marcas están optando por hibridar lo real con lo digital. Personas reales, productos reales, amplificados por herramientas de generación automática.

Esta lógica también aparece en otros sectores donde la IA no reemplaza de inmediato, sino que redistribuye el trabajo y redefine los tiempos.

¿Es el futuro de la fotografía de moda?

Probablemente no de forma absoluta, pero sí como parte del mix. Las grandes producciones seguirán existiendo para campañas icónicas, mientras que la IA se usará para catálogos, variaciones y adaptación rápida.

La pregunta no es si la moda usará IA, sino cómo y bajo qué reglas. Zara, al pagar a sus modelos y trabajar con imágenes reales, propone una vía intermedia que intenta equilibrar innovación y responsabilidad.

Preguntas frecuentes

¿Zara usa modelos creados completamente por IA?

No. Utiliza modelos reales con los que ya ha trabajado y genera imágenes digitales a partir de ellos.

¿Los modelos siguen recibiendo pago?

Sí. Según lo informado, Zara paga a los modelos como si se tratara de una sesión fotográfica tradicional.

¿La IA reemplaza las sesiones de fotos?

No completamente. Reduce la necesidad de repetir sesiones, pero parte de material real.

¿Esto afecta al trabajo creativo?

Lo transforma. Acelera procesos, pero también plantea nuevos debates sobre valor, derechos y estandarización estética.

¿Es una práctica exclusiva de Zara?

No, pero es uno de los casos más visibles y estructurados dentro de la industria de la moda.