Los avances de la tecnología y las exigencias de los públicos están originando múltiples transformaciones en el ámbito de las comunicaciones. Un ejemplo de esa realidad son los eventos que ya no sirven sólo para comunicar hacia un público asistente.
Así lo develó un estudio publicado recientemente por la Asociación de Directivos de Comunicación de España (DIRCOM).
La investigación detectó que el evento ha dejado “de ser una herramienta con la cual la empresa meramente quiere comunicar un mensaje, o incluso hacer vivir una experiencia, a un público asistente”.
Seguidamente, se enuncian las cuatro tendencias en el área de eventos para este 2018:
-Viralización: El organizador piensa con más seriedad en los medios técnicos, tótems interactivos, soluciones de fotografía con subida directa a redes, e incluso tener a periodistas para asegurar una presencia relevante en RRSS.
-Captación de datos: Las empresas están integrando a sus eventos sistemas de registro, mapas de calor y códigos bidi para ampliar información.
-Entendimiento del target: Se capta de tres formas: Tecnología (app del evento permite votar, aportar sugerencias); Formatos pequeños dentro del evento basados en el diálogo; y la Biometría, que permite saber mucho sobre los asistentes y lo que les gusta de verdad (el cuerpo, los ojos, la cara y el pulso cardíaco).
-Generación de contenidos: La mayoría de las empresas consultadas resaltaron que han incorporado desde cámaras de vídeos hasta set de televisión para entrevistas con el objetivo de originar información para ser difundidas más allá del día D.
En definitiva, los eventos están multiplicando su impacto, sale de la sala y va más allá del día D. Se están volviendo más impactantes y estratégicos.