Geek / Octubre 27, 2025
Sam Altman revive la teoría del internet muerto: el impacto de la inteligencia artificial en la autenticidad digital
El CEO de OpenAI, Sam Altman, reavivó el debate sobre la teoría del internet muerto, que plantea que gran parte del contenido en línea ya no es creado por humanos, sino por sistemas de inteligencia artificial que se entrenan entre sí. La idea, que alguna vez fue una conspiración de nicho (como en foros de reddit o 4chan), hoy se convierte en una advertencia sobre el futuro de la autenticidad digital.
Del mito al diagnóstico: una red que se entrena a sí misma
Altman reconoció recientemente que “la mayoría de los modelos actuales se entrenan con datos generados por otras IA”. En la práctica, esto significa que internet está comenzando a reciclar su propio contenido. Si las inteligencias artificiales aprenden de material producido por otras inteligencias, la web podría estar atrapada en un bucle de autorreferencia donde la identidad humana se diluye entre capas de automatización.
Lo que antes parecía una especulación, hoy preocupa incluso dentro de la industria. Desde los navegadores con IA integrados, como Atlas de OpenAI, hasta los motores de búsqueda generativos que ya reemplazan resultados con respuestas sintéticas, la presencia humana en la red se vuelve cada vez más difícil de distinguir.
La paradoja del contenido “sintético”
El problema no es solo técnico, sino cultural. Si la IA se entrena con contenido generado por IA, la diversidad, la creatividad y el pensamiento crítico corren el riesgo de homogeneizarse. La teoría del internet muerto sugiere que ya estamos viviendo en una red donde las voces humanas reales son minoría, y donde las máquinas amplifican sus propias interpretaciones de la realidad.
Para Patricio Silva, consultor en comunicación digital, esto es parte de un proceso que ya se observa en el ámbito político: “Los algoritmos dejaron de ser observadores; ahora moldean la conversación pública”. Su análisis, compartido en nuestra nota El rol de la IA en marketing político, anticipaba el avance de esta tecnocracia algorítmica que redefine cómo se forma la opinión pública.
Autenticidad y contenido: una nueva frontera para las marcas
En el mundo del marketing, el impacto de la inteligencia artificial ya no se mide solo por eficiencia o automatización, sino por la capacidad de mantener un tono humano.
Sebastián Pérez, Growth Marketer en Rompecabeza y especialista en implementación de IA, lo resume así: “La IA está ayudando a las marcas a escalar su comunicación y procesos, pero también amenaza con hacerlas sonar todas iguales. El desafío no es producir más contenido, sino producir contenido que tenga una base con criterio humano, que tenga un elemento o sello que lo desmarque del resto del rudio generado sin estrategia”.
Para Pérez, la automatización sin propósito puede matar el objetivo principal de las marcas: conectar. “Las audiencias empiezan a reconocer cuándo ven contenido humano y cuándo ven el contenido producido por una máquina. En Rompecabeza trabajamos integrando la IA de forma consciente, donde se complementa con el valor humano, la creativiada y data, y no la reemplaza”.
Esta visión se alinea con las transformaciones que ya están ocurriendo en los motores de búsqueda impulsados por IA, como lo analizamos en Los motores de búsqueda con IA le ponen fin al SEO, donde la inteligencia artificial reconfigura la forma en que la información se encuentra, se valora y se distribuye.
“Cuando la IA entrena a más IA“
La frase puede parecer absurda, pero describe con precisión el momento actual.
Las IA generativas no solo crean textos, imágenes y videos, sino que ya son parte del material que otras IA usan para aprender. Esto genera una distorsión acumulativa: la realidad digital se entrena a sí misma sobre su propia versión editada de los hechos.
El futuro: entre la automatización y la conciencia digital
La teoría del internet muerto puede parecer apocalíptica, pero también funciona como una advertencia. La red no está muerta, sino en vías a ser un espacio automatizado destinado a capturar nuestra atención y consumo. Y en esa automatización, la voz humana sigue siendo la variable más escasa y más necesaria. La clave estará en combinar tecnología con propósito y mantener la autenticidad como valor estratégico.
Como concluye Pérez: “La inteligencia artificial va a seguir expandiéndose. Lo que está en juego no es si la usamos o no, sino si seguimos entendiendo el por qué lo hacemos”.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la teoría del internet muerto?
Es una hipótesis que plantea que buena parte del contenido en línea actual es generado o amplificado por inteligencia artificial y no por usuarios humanos. Con la expansión de herramientas como ChatGPT o Gemini, la teoría ha cobrado fuerza al mostrar cómo los modelos de IA ya se entrenan con datos creados por otras IA.
¿Por qué Sam Altman reactivó este debate?
El CEO de OpenAI, Sam Altman, reconoció que la mayoría de los modelos de lenguaje actuales utilizan datasets con alto porcentaje de contenido sintético. Sus declaraciones, tanto en su cuenta de X como en entrevistas, reavivaron la discusión sobre la pérdida de autenticidad, el aumento del tráfico generado por bots y el futuro de un internet cada vez más automatizado.
¿Qué relación tiene esta teoría con el marketing digital?
La automatización masiva de contenido impacta directamente en la comunicación de marcas y medios. Si todos los mensajes son generados por IA, se pierde diferenciación. Por eso, las agencias buscan integrar IA con criterio humano para mantener autenticidad y conexión real.
¿El internet está “muerto” realmente?
No. Más que un colapso, lo que vivimos es una automatización del entorno digital. El desafío está en cómo usamos la tecnología para amplificar la creatividad humana en lugar de reemplazarla. Y no perder de vista el verdadero objetivo del internet, facilitar el acceso a la información y conectar personas, a nivel mundial, sin importar las fronteras.
¿Cuál es el impacto de la inteligencia artificial en la autenticidad digital?
La IA ha transformado la forma en que se crea, distribuye y consume información. Su impacto es profundo: mejora la eficiencia, pero también genera homogeneidad, actualmente modelos como Sora generan gran confusión entre los usuarios de redes sociales, debido al realismo del contenido generado. La clave estará en usarla con propósito y en mantener el componente humano como garantía del sentido.



